Una demanda que saca lágrimas

En Houston, un hombre pidió su hamburguesa sin cebolla. Pero la cebolla vino igual, como suegra tóxica: sin invitación y con efectos secundarios. Resultado: ataque alérgico, ambulancia, suero… y una demanda por ¡un millón de dólares! Porque en los Estados Unidos de América, el que no llora demanda… y cobra por las lágrimas.

Ahora Whataburger no solo enfrenta la corte, sino algo peor: el juicio de los cocineros con déficit de atención. ¿Fue error humano? ¿Venganza del cocinero? ¿O una cebolla saboteadora infiltrada entre los toppings? Nadie lo sabe, pero el mensaje quedó claro:
¡Nunca subestimes el poder letal de una rodaja de cebolla!

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