
Letitia James decía que “nadie está por encima de la ley”…
¡Y terminó mordiéndose la lengua! Ahora le sacan trapitos bien sucios, justo cuando ella se creía la dueña del tribunal y el látigo.
La que acusaba a Trump de inflar cifras, parece que también le metía aire a las suyas. ¡Qué burrada, Letitia! El burro hablando de orejas… y con las suyas bien paradas.