Las dos ovejas negras

Cuba y Venezuela.
Son los únicos dos países hispanoparlantes del continente americano bajo restricciones migratorias impuestas por Estados Unidos de América.

¿Razón?
No es el embargo. No es el “bloqueo”. No es la CIA.
Es el comunismo que pudre todo lo que toca.

Mientras el resto del continente puede entrar, salir y hasta ir de visita a Disneyworld, Cuba y Venezuela aparecen en la misma lista negra que un grupo de joyitas internacionales como Yemen, Irán, Siria, Sudán y Myanmar.
Sí, esos países que exportan terrorismo, represión, hambruna…
Y ahí están los dos, codeándose con lo peorcito del planeta.

¿Vergüenza? Ninguna. ¿Responsabilidad? Menos.
Ellos insisten en que todo es culpa del imperio.
Pero son los únicos países en América considerados un riesgo migratorio serio.
Por desorden… Por fraude… Por miseria estructural.
Y por empujar a millones de sus ciudadanos a huir como sea… y a donde sea.

Mientras el mundo avanza, ellos retroceden.
Y sus gobernantes —esa élite putrefacta y delirante— siguen hablando de revolución… cuando lo único que reparten es hambre, miseria y destierro.