Una tragedia segura (Primera Parte)

En Florida, la familia de las aseguradoras tiene una prima… y no es nada simpática. Ella es carísima y llega de visita sin invitación alguna. Se instala en tu presupuesto, como la tía entrometida y regañona, que nunca se va. Porque, una cosa es segura… si tienes casa, tienes prima.

Y si tienes hipoteca, también la tienes. Y si vives en Florida… tienes una prima que cada año se pone más gorda mientras te vacía los bolsillos. Lo peor es que pagas esa prima creyendo que es tu pariente buena, la que te ayuda cuando llegan los huracanes. ¡Pero no! Resulta que la muy condenada es cómplice de toda una parentela que vive de ti.

La aseguradora, que se suponía sería tu ángel de la guarda, te da la espalda apenas aparece una gotera en tu techo. Y su perito, ese primo lejano que viene con una regla torcida y una cámara dudosa, siempre encuentra una excusa para negarte el pago:

—Eso ya estaba así.

—Eso no lo cubre la póliza.

—Eso fue culpa suya.

Al final de cuentas, el asegurado siempre  queda como la guayabera… ¡por fuera! Comparado con esta tragedia floridana, los huracanes son mansitos. Y, el asegurado, aunque pague por su prima, siempre sale con las tablas en su cabeza.

No hay cama pa’ tanta gente

Yo sí estoy a favor de las deportaciones. Y lo digo sin que me quede nada por dentro. Porque no todos los que entraron merecen quedarse. ¡No hay cama pa’tanta gente!

Aquí no caben todos. Y mucho menos los que vinieron a estorbar. Los que cruzaron sin permiso… y se pusieron a haraganear.

Exigen, gritan, demandan, protestan… y se quedaron viviendo a costillas de quienes pagamos impuestos. Todos quieren una “reforma migratoria”. Pero eso es puro cuento.

Lo que andan buscando es una amnistía. Como si este país fuera una piñata: ¡pim, pam, pum! y agarra lo que puedas.

Qué va, ¡están muy equivocados! Así no funciona la cosa. Aquí hay leyes. Y deben cumplirse.

Cuando llegó Trump. Y en su primer discurso les dijo, mirándolos de frente: “Durante años nos dijeron que necesitábamos una nueva ley migratoria. Pero ahora ha quedado claro que lo que hacía falta… ¡era un nuevo presidente!”

Trump tuvo razón, otra vez. No hacen falta nuevas leyes. Hace falta tener los pantalones bien puestos para aplicar las que ya existen.

Se tiene que deportar al que no califica. Proteger al que sí. Y hacer a América grandiosa otra vez.

El Mosquitazo

Vinieron por millones, pero no todos se pueden quedar. El que vino a sumar, que pase… ¡no hay cama pa’ tanta gente!

Interludio final – Salsa migratoria (versión Mosquito)

🎤 ¡Y ahora sí, que suene el coro!

Esto va pa’ los que no califican… Los que cruzan y delinquen… ¡No hay cama pa’ tanta gente!

Los que vienen por subsidios… Los que dicen «esto es mío»… ¡No hay cama pa’ tanta gente!

Los que gritan sin respeto… ¡No hay cama pa’ tanta gente!

¡Pa’fuera… pa’la calle! Que aquí se queda el que aporta, el que trabaje, el que no falle.

Pero al que viene a joder… ¡pa’fuera… pa’la calle!